Hongos: ¿qué hacer si vemos hongos en nuestro jardín o macetas?

Muchas especies de hongos viven en la tierra y desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas terrestres. Algunos forman cuerpos fructíferos, que son estas estructuras con “sombrero” conocidas como setas, para dispersar sus esporas cuando las condiciones ambientales son favorables, principalmente durante períodos de lluvia y temperaturas más templadas. En otras palabras, estas setas emergen cuando la tierra está húmeda y las temperaturas comienzan a descender.

¿Son perjudiciales? Depende para quién.

Aunque es cierto que varias especies de hongos pueden ser tóxicas para el humano, y se aconseja evitar tocar o manipular las setas, sí son beneficiosas tanto para la tierra como para las plantas.

Cuando las vemos crecer en madera muerta, en la composta o en el suelo o sustrato significa que están alimentándose de restos orgánicos y los están transformando en humus. Este proceso libera los nutrientes de la materia orgánica, haciéndolos disponibles para las plantas, que de otra manera no podrían absorberlos. Por esta razón, estas setas son más propensas a formarse en tierra que contenga muchos restos vegetales, como la llamada “tierra de hoja”.

Si te preocupa que alguna mascota o niños pequeños puedan manipular las setas, es posible retirarlas con precaución utilizando un papel o guantes (evitando agitarlas para limitar la dispersión de esporas). Sin embargo, mientras haya restos orgánicos en la tierra seguirán apareciendo cuando las condiciones ambientales sean propicias, hasta que todos los restos se hayan convertido en humus, ya que el cuerpo real del hongo es microscópico y se encuentra bajo suelo; las setas que forma son solo sus estructuras reproductivas temporales (como las flores en las plantas).

Lo ideal es permitir que continúen su ciclo natural sin manipularlos y que sigan trabajando “para nosotros” en la formación de humus que nutrirá a nuestras plantas. Después de todo, solo estarán visibles durante unos pocos días antes de ocultarse de nuevo bajo tierra en forma de micelio.